La comunidad de la panza

Hace dos años y más de diez quilos se fue el fundador: Don Pluma. Y con su partida comenzó el desarme lento de “La comunidad de la Pluma”. Lo raro es que hoy con su vuelta a estas tierras, a estas Pampas, todo parece haber vuelto de una forma muy curiosa.
Durante el tiempo en el cual cada uno se mantuvo en el mas silencioso de los anonimatos y sin que nadie muestre credenciales, parecería que cada uno a su modo fue “cogiendo con panza”, porque ayer los vi a todos de vuelta como si el tiempo se hubiese mantenido congelado en un rincón del freezer, a lado de los vasos de cerveza (¿donde más sino?).
Todos mas panzones, mas tranquilos, mas sabios también. Tal vez más dispersos. Incluso cada quien se retiro en soledad y por su cuenta. Un saludo cordial, respetuoso, amigable y fraternal. Pero fuera de cualquier formalidad, en algún segundo, en un instante fugaz pude verlos a todos a los ojos y darme cuenta que nada había cambiado. Antes “tirábamos pluma”, ahora “cogemos con panza”, tal vez después sea otra cosa, pero lo importante es que se trata de los mismo siempre: DE IDENTIFICARSE CON LOS QUE SABEN RECONOCERSE ENTRE LA GENTE, ANTE LA GENTE Y COMO GENTE, ENTRE NOSOTROS Y COMO SIEMPRE DARLE LA BIENVENIDA A QUIEN QUEIRA ACOMPAÑARNOS.
NOSOTROS, LA COMUNIDAD DE LA PLUMA, AHORA NO NOS QUEDA OTRA QUE COGER CON PANZA.