4.10.07

El sillon, la mesita y la presión

A eso de las cuatro de la madrugada encontrar que mi cuerpo estaba levemente sudado y que mi nariz tapada impedía el normal curso de mi respiración, daba claras muestras de que iba a ser un día complejo. De vuelta en el desvelo a las siete con iguales síntomas sudoríparos y congestivos, confirmando el comienzo de un estado gripal, a lo que se sumaba la inminente necesidad de levantarme de la cama a orinar, corriendo el riesgo de perder el sueño en su totalidad obligándome a quedarme despierto tres horas mas porque en teoría entre las diez y las doce llegaría un flete con mi nuevo sillón y mi nueva mesa ratona; pronto se encendió en mi memoria el dialogo que se suscito dos días antes en el local de decoración donde adquirí dichos artículos durante el cual me negué al ofrecimiento de un peón para ayudar a subir en amoblamiento con la certeza y seguridad de que yo seria quien haga las veces de peón y ayude con la encomienda. La contención de fluidos se extendió finalmente dos horas en las que casi dormí con la esperanza de estar un poco mas descansado para los trabajos pesados que me esperaban, así que a las nueve de la mañana y después de pasar por el toilete, me prepare un té con un par de galletas dulces para aportar azúcar a mi ayunado cuerpo al mismo tiempo que Blues (mi perro) me miraba desde sus dominios en el piso moviendo la cola. Sobraba una hora antes de la cuenta regresiva para que suene el timbre con los muebles. Decidí concentrar mirando televisión. Exactamente cuando mis parpados comenzaban a volver a cerrarse sonó el timbre, diez y cuarto.
El sillón no entraba en el ascensor así que se tuvo que pasar al plan B, las escaleras. Tres pisos falsos que separan la planta baja de mi departamento, y digo falsos porque la doble altura que distingue a las viviendas de mi edificio multiplican por dos cada esfuerzo. A duras penas se paso la primera curva y la primera planta, esta maniobra me dejo a mí en la posición de más esfuerzo ya que después por u artilujio que no voy a detallar quede yo arriba teniendo que soportar peso y manipular al mismo tiempo. Pronto tuvimos que llamar al encargado del edificio para que de una mano. Siendo tres volvieron a ser dos porque a mi me bajo violentamente la presión arterial lo que produjo casi me desvanezca y que tenga que ir corriendo al baño descompuesto. Entre tanto yo realizaba mis necesidades (en este punto evito ser escatológico) el encargado y el fletero terminaron de subir el mastodonte de cuerina, goma espuma y madera…y calculo que de algo mas estará hecho. Pálido y confundido pedí que dejaran todo así nomás y luego de cobrar el arancel acordado el fletro se retiro junto con el encargado. Raudamente me comí una pera para recomponerme. Apenas mejorado me lleve a Blues a dar un vuelta a la manzana, él también tiene necesidades. A mi regreso desenvolví el sillón y la mesa ratona, los acomode en su lugar, volví a transpirar y me desvanecí exhausto con un pequeño estado gripal y la presión desestabilizada.
Todo eso querida comunidad y recién son las doce del medio día!!!!!!!!!.

1.10.07

Que la fuerza este contigo

En una galaxia muy lejana, dos fuerzas se enfrentan. La oscuridad y la luz cruzan su última batalla por el control del universo. Pero los aliados de la luz tienen una arma poderosa.
Obiwan-QueLechu

"Que la fuerza este contigo" dijo un constipado a otro