Singing in the rain

La verdad es que nunca me había pasado algo así, llegamos tarde, corrimos unas seis cuadras mientras escuchábamos al público gritar.
El sábado por la noche toco Don Joaquín Sabina en el estadio de Boca juniors y claro lo fui a ver. Por cierto, nunca había estado en el barrio de la Boca, y sin ánimos de ofender a nadie… ¡que feo que es!, ¿ahí llevan a los extranjeros para ver lo típico de Argentina?, bueno pensándolo bien es lógico, olor a podrido, suciedad, pobreza, zonas peligrosísimas…emmm…esta bien es bien típico de acá.
Pero a lo que iba; el calor que hizo el sábado antes de la tormenta era extremo, cualquiera que estuvo en la ciudad Autónoma de Buenos Aires sabe de lo que estoy hablando. La cosa es que la combinación estadio de fútbol, recital, campo, calor, gente, saltos, gritos, canciones, luces, adrenalina, diversión, terminaron siendo un cocktail demoledor para las dimensiones de mi panza, debo haber perdido unos cuantos centímetros. Pero antes de eso supe sacar provecho de mi peculiar estética.
Apenas ingrese al estadio me saque la remera que llevaba puesta, o mejor dicho pegada al cuerpo, y quede en cueros. Una panza refulgente que hace juego con mi culo fue lo que la gente pudo apreciar y disfrutar, especialmente las mujeres. Fue grato ver a Sabina más gordo, síntoma oficial de que debe estar cojiendo con panza. Había que llegar lo mas cerca de la valla de contención que se podía y es ahí donde mi cuerpo tomo protagonismo. Vestido con zapatillas de gamuza y sin medias-ya se no me digan nada- bermudas sueltitas o sea fresquitas, mis tres anillos en la mano derecha, mi collar de biagras, mi cadenita de oro*, mi tatuaje, mi pelo semi largo y empapado y mi actitud rokera de los tiempos de los redondos sumado al sudor que hacia las veces de lubricante, logre llegar sin esfuerzo a estar a apenas unos seis metros del cantante. Es más, la gente me dejaba pasar. Parecía como que les metía miedo y si lo piensan un poco y se ponen en la piel de esos chicos de la nueva generación de recitales que están acostumbrados a ver Dj´s y festivales de rock suavecito o a Miranda, es lógico que ante cualquiera mas o menos de unos treinta años y con las características antes destacadas, tengan un poco de temor. Ja!!! Si supieran que soy mas bueno que perro de peluche!!!!!.
Poco me duró la gloria porque ante la lluvia tuvimos que salir cagando del estadio. Quede solo yo con un amigo y su novia corriendo por la Boca empapados tratando de refugiarnos de una tormenta que parecía del fin del mundo, y de tanto correr a la deriva nos perdimos y nos desorientamos para llegar al estacionamiento donde teníamos el auto, que fuimos a parar a una callecita en donde habían unos diez muchachotes que metían miedo pero de verdad.
Cuadro de situación: Barrio de la Boca. Calle desconocida, oscura e inundada. Clima inestable. Diez muchachos peligrosos y en su territorio. Lalo, Renata y yo, con nuestras caras de nenes de Belgrano.
Yo_ “lalo?, mira que somos dos nosotros nomás e!”-
Lalo(apenas mirándome)- “¿picamo?-
Yo-“y …piquemo!!!!!”-
Muchachotes-“eeee!!!!...eeee!!!!...amigo!!!!¿Como estuvo Sabina?!!!!eeeee”-
Yo(levantando la mano en ademán de OK)-...-
Paso muy cerca.

Minutos antes de eso:

Renata-“che ¿seguro es por acá?, mira que esto es medio feo”
Yo-“tranquila che!!!mira que los chorros tambien se mojan je”

Luego de escaparle al peligro humano y ya con rumbo acertado después de sortear charcos de mas de veinte centímetro de profundidad, ramas de árboles caídos, riesgo de electrocución y abducción por bocas de tormenta abiertas, llegamos al estacionamiento de mi amigo Agustín Papaleo (otro que coje con panza pero desde hace mucho mas tiempo que nosotros) donde trenzamos el coche. Tuvimos que esperar que aparezcan todos los del grupo original con el que habíamos ido al cual se agregaron las hermanas y las amigas de las hermanas de Lalo. Una vez todos juntos emprendimos el regreso al barrio de Belgrano. Esa fue otra travesía. En total desde que se desato la tormenta hasta que llegamos cada uno a su casa habrán pasado unas tres horas y media.
Fue una amanzadora. Nunca más voy a ver un espectáculo a la Boca. Fue una mala experiencia.
Final de la noche. Reencuentro con Lalo, Renata, Negro (este estuvo con nosotros en el a la ida en el show y a la vuelta, entre otros) y yo. Bar en Belgrano, hamburguesas con champú a las cuatro de la mañana y a dormir.
Esa noche no cojí con panza pero tuve una gran aventura que no quiero repetir.

*Las Maximas de un hombre cualquiera Ver maxima del dia: 24.05.06 jaja!!!

ACLARACIONES:
1.LALO, RENATA, NEGRO, son personas amigas del alma pero lamentablemente no cojen con panza, los tres gozan de una figura esbelta y atlética.

2.Si quieren leer la crítica específica del show de Sabina desde mi humilde punto de vista: La Nueva Comunidad

3.Los hechos relatados en este post son reales aunque talvez contienen una leve exageración de algunos puntos para hacer de su lectura algo un poco más ameno.

4.Cuando se dice la palabra “picamo” y luego “piquemo”, esta referido al verbo “picar”del lunfardo Argentino que quiere decir “ correr” y aunque deveria llevar “s” al final ya que estaríamos hablando en primera persona del plural, se quita en este caso para acentuar aun mas la intención callejera del comentario.

5.La imagen de Margarito Tereré es arbitraria, no tiene nada que ver con nada de lo publicado aqui.

6.Distancia recorrida corriendo: Seis cuadras para llegar a entrar, unas seis mas perdidos por la boca, unas tres mas escapando de los cacos. Total: quince cuadras.

7.Mientras escribo me doy cuenta que me duelen las piernas.

8.Debería elongar.

9.Mejor no.