3.9.06

Medialunas

Es común encontrar ciertos individuos con una costumbre extraña. Llegan a una cafetería y después de realizar una minuciosa investigación a la bandeja de medialunas, si es que quedan, se sientan por lo general en la barra y le indican (levantado la mano y con el dedo índice señalando el techo a modo de llamado) al la persona que este atendiendo el mostrador, que por lo general es alguien de mal humor ya que esta actividad se realiza entre las cuatro y las seis de la tarde cuando éste esta por retirarse,que quieren un café con leche y una media luna, - ¿de garasa o de manteca? Señor- pregunta el mozo mostrador, a lo cual nuestro individuo contesta – de panadería- confundiendo así a los presentes excepto al servicial personaje que falso pero sonriente, le acerca en un plato una medialuna de grasa seguido de un tazón caliente con café con leche.
Acto seguido toma la medialuna con su mano e introduce la mitad dentro del tazón para humedecerla un poco y así la come en dos bocados, el segundo imitando el accionar del primero. Luego pide otra- pero esta vez que sea de manteca-dice. Vuelve a suceder lo mismo. El hundimiento de la medialuna y luego la deglutición. Es en este momento en que se toman unos segundos para determinar no solo si se comerán otra medialuna si no también de que tipo será ésta ultima. De no pedir más, deberán pagar el importe de un café con leche con dos medialunas. De pedir la tercera pagaran la promoción de café con leche con medialunas y no la consumición moralmente real que fue de un café con leche más tres medialunas. No es una problemática económica ni una viveza criolla como se suele decir. Es simplemente un lujo un placer, el placer de la libertad de poder coger con panza y comerse una medialuna más.

2 comentarios:

PH dijo...

Qué infinito el placer que se aloja en el simple movimiento de empapar la medialuna en café con leche. Cuando era chica no me dejaban hacerlo.. porque ¨queda feo¨. Ahora, ya grande e independizada y con valores morales adquiridos y respetados, me quedan ganas de hacerlo.. pero sólo a escondidas sin la presencia de terceros.. (gracias por enseñarme a disfrutar más aun, el sabor de la medialuna con café con leche y el sabor de lo prohibido).

Patricia dijo...

JAJAJA LECHUU, como me haces reir... Que noche extraña la del viernes en The Oldest... La vida tiene formas raras de cruzar a la gente, viste? UN PLACER!!